lunes, 28 de junio de 2010

Costilla sangrante


Sangró la herida sellada
de mi costado...la cicatriz:
De donde salíste y pacté dos veces tu creación.
¿Qué tan en silencio me engañáste mi Eva?
Había cubierto mi piel de desnudeces
de pecado y mi túnica ya era blanca.
Más ayer se manchó mi costado
pues sangró la herida sellada de mi cicatriz.
¿Qué pues diré a mi Padre,
qué pues haré con mi hueso faltante?
Dormía en paz con la sabiduría
del tiempo cambiante, mas,
¿Qué tan en silencio me engañáste mi Eva?
Se ha manchado la manta de la lealtad
y tus labios de saliva ajena;
se ha roto la hoja de la pulcritud del pubis,
y el anillo ha quemado mi dedo anular
con fuego eterno y cancerígeno dolor de corazón.
¿Porqué tan en silencio me has engañado mi Eva?
Mi amor por tí durará lo que tarde mi desangrado
por la herida abierta de la costilla que he perdido,
¿para qué quiero esta manchada túnica
si aunque la use enrojecida mi cuerpo sigue desnudo?
El Edén he perdido y todas las frutas
ahora son tan amargas que parecen cicuta.
¿Con quién tan en silencio me has engañado mi Eva?
Basado en una existencia real.