martes, 3 de mayo de 2011

Voces del final

La prosperidad un día llegó
en medio de tus penalidades consecuentes;
y fue difícil discernir al cielo,
entre el perdón y la última gracia
de Su gran misericordia.
Ayer soñáste sobre horas y minutos claros,
hoy sigues pensando sobre voces del final.
"La vida es como una vela
en medio de un abierto estadio":
sobrio pensamiento de tu existencia
y haces fila con miles que aún no saben
cuando van a morir...
El miedo es humano porque duele en la carne,
la anestesia espiritual porque se inyecta en el alma.
¿Podrá Dios decirme la fecha exacta,
la hora y el día para oficilizar esta despedida?
Pesa la conciencia necia
ante el regaño del dominio propio
que ascético se inmola
y sangrando suplica a lo alto:
¡Sólo dime mi Dios...cuándo!