viernes, 12 de octubre de 2012

Mujer de Arcilla Lava


Piel bronce y ancestral
¿qué tienen tu piel y tus lineas
que desbordan mis ríos y se llenan de la arcilla de tu inmenso y lejano volcán?
Te he visto en tantos rostros
lejanos a mis raíces,
te he sentido hoy a mi lado
palpando el café de tus matices.
No es ilusión ni amor lleno de afán
pues sigues siendo princesa, mirada oscura de venado,
callada en sus tormentas de lluvia negra
donde mi bote simple ha encayado.
En tus tierras, tierras de barro
burbujea la lava humeante de tus gruesos labios
que incitan mis deseos de amarte como humano.
¡Cuánto daría por ascender hacia la cima
desde estos bosques, donde se aprecian tus senos de barro!
Y sé que tu lava hirviente y fina de arcilla negra,
hasta mis huesos menudos de amor calcinados,
me envuelve con tu aliento
de india pura y ojos de nácar
cual infierno de llamas rojas,
voluptuosas caderas de fuego en mi alma.
Se secan mis praderas
y mis bosques verdes y mis años,
cuando tu lava desciende desde el cerro de tus manos;
y me derrito y muero lentamente
con tu arcilla de fuego, beso fugaz y ajeno.
Dulce piel bronce y ancestral
¿qué tienen tu piel y tus lineas
que desbordan mis ríos y se llenan de la arcilla
de tu inmenso y lejano volcán?

lunes, 25 de junio de 2012

Capullo de Rosa

Capullo de rosa son tus años
frescos de rocios de inocencia
con espinas verdes, inmaduras
que ceden al palpar de mis deseos mozos.
Nunca lo pedí ni imaginé verte
sobre el verde tus labios rojos
bajo tus espinas, tu torso
sobre tus pétalos mi polen tosco.
Perteneces a jovenes abejas
que pululan torpes sobre tu miel
muy de lejos al pensamiento fiel
de mis viejas ramas que se quiebran por doquier.
Anhelo de cúpula de primavera
de que me veas no en el ayer
de que me sientas con tu propio placer
de que me espines con tu desnudez.
Se alejan mis tardes de tus montes
distantes en el tiempo del hoy y lo que fue
cae la gota de agua turbia
cae y se aleja del capullo de tu miel.
Sueño ser abeja posadera
sueño que mi piel sea tu piel
más mi tiempo pronto yace
y dará el abono del recuerdo a tus tallos, a tus pies.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Día de Amor





¡Fue justamente en un día más de fiesta!
Me sentí humildemente honrado
de que el ángel de Amor caminante
dirigiera sus dulces pasos a mi morada.
Llegó por la tarde sin avisar nada.
No podía creer lo que miraba:
rodeado de colores primaverales,
mariposas, cantos de aves y
exóticas esencias de exóticos prados.
En sus manos, regalos para ambos
regalos para todos, ambrosías celestiales.
Sirvió la pequeña mesa de simple comida
a fina, fragante y deliciosa cena:
Mariscos en pastas romanas,
verdes y rojas ensaladas
y tinto vino excelso para las caricias.
Sí. Aunque alguien no lo crea,
ayer el ángel de Amor nos visitó.
Dejó fuera del pequeño aposento
nuestras viejas tristezas y dolores,
cuentas rotas y maritales sinsabores
y entró con el mensaje divino
de un nuevo año de sabia paz y nietos.
No se fue al final, sin antes unirnos
lograr abrazos y besos
y la unión carnal de nuestros cuerpos.
¡Ayer vino el ángel del Amor,
el amor del Ángel a nuestra casa,
a nuestras almas...a nuestros cuerpos!

Homenaje al Día de San Valentín.




viernes, 27 de enero de 2012

Los Abrazos.

Extraño un buen abrazo,
como el que nunca me dió mi padre
o el que simplemente le negó a mi madre.
Extraño tu abrazo; ese fuerte y delicado
de la mujer que apenas conozco,
poca de años, llena de inocencias.
Me abraza la sola nostalgia
que se robó mis mozos años,
que enfría mi alma, que añora las manos.

¡Cómo extraño tu abrazo,
Hija de mis genes que no sabes lo que sientes!
O...cuánto te han crecido los brazos
hijo mío, hijo adolescente:
¿podrías rodearme con tu abrazo fuerte?
Son fascinantes los brazos de mi gente,
mi familia y mi hogar viviente.

Me abraza fuerte el beso de mi amor eterno
que comparte el anillo, el techo bajo
y las paralelas de mi destino;
pero su abrazo físico no es tan fuerte
como el de las Julietas primaverales
cuando los Romeos se extasiaban
y desbordaban sus fuentes.
¡Yo aún te abrazo fuerte,
muy fuerte porque te amo!

Frente al mar extraño tu abrazo
amigo fiel, amigo en lo lejano.
Tu recuerdo abraza mis años
cuando juntos jugábamos...

Mas, por hoy siendo tantos los deseos de los abrazos,
me abrazo yo solo y suspiro cansado
al calor imaginario de los brazos, de mis brazos hinchados.