jueves, 23 de junio de 2011

Falsa libertad cotidiana

Estoy bajo un velo.
Por más que quiera, no puedo ver el azul del cielo
aunque repose en la verde pradera de la libertad.
Quisiera que fuera una ilusión
más que una fría realidad
que me causa estorbo, pena y conmoción
de verme desnudo ante las almas y los santos.
Quebré con mis manos resbaladizas
la copa virgen de la confianza
y se esparció por el suelo el vino de la esperanza.
Ya ni las aves rondan ni emiten sus cantos,
no las veo pues estoy bajo velo.
Desde mi pradera hay un solo camino directo
que me lleva como manso cordero...
al matadero.
Porque aún sé que nadie es perfecto,
aún ni del disparador más certero
que escondido apunta mi cabeza
y que desea verme en el suelo.
Deseo que todo esto sea un sueño
porque de no respirar ya casi muero
y de frío y de hambre
bajo el velo.

No hay comentarios: