miércoles, 27 de febrero de 2008

Escribo para que nadie lea.

Sin respaldo, sin escuela;
con los pantalones hasta mal puestos
escribo para que nadie me lea.
Sé jurar amor eterno,
escribirlo en un papel y dejar que se lo lleve la marea
porque de barcas encalladas,
y de insistencias tontas
¿habrá alguien que me crea?
Cara de espejos rotos
son sólo sus semblantes los que se reflejan
pues ni quito, ni robo
mi amor propio o del que te rodea.
No guardo tus letras
compromisos o recuerdos de anillos,
pues desde siempre escribo,
escribo para que nadie lea.

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